sábado, 6 de febrero de 2010

De compra

Ayer fui de compra. O sea, me pare en un centro comercial y me meti en Zara. Me gusta esta tienda por su variedad. Suelo meterme en dos de ellas.
Una cerca de mi casa donde puedo coger ropa y zapatos, pasearme con las prendas/zapatos como si buscará un regalo para mi mujer, o como si fuese su acompañante/burro de carga, luego ir al departamento hombres y coger cualquier camisa, meterme con todo en el probador, y probarme ropa nueva. No lo hago muy a menudo porque seguro que se recordarian de mi y me pillarian.
Otra mas lejos de mi casa, la del centro comercial, donde me pare ayer camino a una reunión de trabajo.
Me compré una camiseta de manga larga gris, de esas camisetas con el cuello muy ancho para poder dejarla caer en el brazo y tener un hombro descubierto. Me mola este estilo desenfadado.
Otra, mas bien sueter aunque muy fina, blanca, con cuello alto, mas larga para ir con un cinturón.
Y un vestido largo ligero, de tirantes, color estampado rojo oscuro.
Al salir fui a comprarme un cinturón plateado como el que suelo tener en mis fotos. Pero este ya es mio y no lo tengo que "robar" a mi mujer cuando lo necesito. Pasé delante de una zapatería que ponia tallas grandes y entre. Me probe sin verguenza unas botas negras y unos zapatos de salon. Facíl con la excusa del carnaval! Resulta que solo tenian la talla 42, muy justa para mi pero aun así dije a la dependienta que para una noche daba igual. Pero cuando me dijo el precio de ambos pares me desistí. Que si la tallas grandes son muy caras, que si es piel natural.... vale, pero tampoco quiero arruinarme por unos zapatos demasiado justos. Así que con la excusa de que era muy caro para poner una sola noche de carnaval me disculpe y me marche sin zapatos. Una pena estas botas!

De vuelta a la oficina decidí cerrar media hora antes. Iba como siempre con el tanga, y nada mas llegar me puse los tacones. Ya estaba ansiosa para probarme la ropa nueva y media hora antes de lo normal cerre la puerta, apague las luces interiores, y me probe mis compras. Contenta la niña, aunque no sé cuando podré ponerme tantas cosas.

Me sente en mi silla de trabajo con el vestido y disfrute de mi condición de secretaria con tranquilidad. Veia pasar a la gente en la calle pero ellos a penas podian distinguirme en la semi-oscuridad y con el reflejo de los cristales. Recorde mi ultima fantasia de hace unas noches, yo en la discoteca con mini falda, sentada en un taburete alto de la barra, un tio acercandose, empezamos a charlar con buen rollo, puso su mano en mi muslo y empezo a subir despacito hacia mi braguita... se juntaron nuestros labios y empezo a masturbarme alli mismo mientras me besaba.

Este recuerdo me puso caliente, saque mis pinzas de su escondite para hacer presos a mis pezones, me volvi a sentar en mi despacho y me acaricie hasta correrme.

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