domingo, 20 de junio de 2010

Diferencia entre realidad y fantasia

Vuelvo a entrar en un periodo de necesidad femenina. Situación complicada estos últimos 4 años por estar de nuevo en pareja. Antes, estas temporadas se disfrutaban libremente, abriendo el armario de los deseos que tenía en la segunda habitación de la casa, pero ahora tengo que ir al garaje de la empresa, sacar la maleta enorme de arriba de un estante, y vestirme allí cuando estamos cerrados. Esta es mi realidad actual!

Entre el correos que recibo de amigas comentandome mis relatos hay un tema que vuelve a menudo. A ver si puedo contestar (complicado) claramente:

En mi diario soy hombre, me siento hombre, heterosexual. Un hombre muy sensible, que suele estar hablando con las mujeres en cualquier reunión, dejando el grupo de hombres a parte. NUNCA me plantee un cambio de sexo. Nunca desee a un hombre de verdad. Como explique en una entrada anterior, lo mas cerca que estuve de mi fantasia fue compartir tres veces cama con un transexual (de pago), o sea, operación comercial satisfaciendo fantasia pero sin ningun apendice de romantismo.

Ahora si, en los periodos en los cuales me siento mujer, fantaseo con hacer el amor con hombres que me hagan sentir mujer. Pero al igual que en los sueños, nunca tienen identidad, cara.
Es verdad que en estos periodos me gustaría conocer a un hombre que me atrae y con el que tuviera complicidad, para compartir amistad, mimos y sexo.

En este blog hay entradas de experiencias vividas y relatos imaginarios. Trate de distinguirlos siempre para no confundir a mis lectores. Y si es cierto que me gustaría realizar muchas de estas fantasias, me temo que nunca ocurra.

Una pena no tener a una amiga como yo cerca de mi casa para poder compartir mas que escritos!

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